No es melancolía, no es impotencia, no es amor... no, simplemente son fotitos, fotitos que mi cabeza se empeña en ponerme delante -o detrás- de los ojos. Sí, es casi una pelea entre la mente y yo. Yo hago de todo, le pongo pilas, pierdo el partido por goleada y sigo adelante. Pero no, la muy hija de puta no puede dejar de ser centro de atención, tiene que pegarte, cachetearte, clavarte con una agujita para que sientas la piel, la carne, la sangre y sobre todo... bueno, eso. La muy hija de puta tiene que mostrarte una fotito- o varias-, para que vos te congeles, te tapes con las sabanas hasta la nariz, entierres la cabeza en la arena y te paralices de miedo. Sí, miedo. Pero siempre se puede volver, siempre se puede pensar que sólo son fotitos, que no tienen mucho valor, casi que hasta son inventadas, imaginarias, nada concreto. Siempre se puede buscar otras fotos que las contrarresten, que te devuelvan la respiración, que te abran el pecho, o unas fotitos nuevas que crear.
Pero cómo cuesta, y todo por unas fucking fotitos.
Ezequiel
Para Ilu
lunes, 16 de octubre de 2006
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1 comentario:
el problema no es perder por goleada sino pegarle a la tierra en vez de mandar el centro...
arjona dijo algo parecido, si mal no recuerdo ¿?
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