Tenía ganas de escribir, pero no tengo inspiración alguna y abriendo "Espantapajaros" me encontré con esto que me pareció exactamente lo que me habría gustado escribir hoy. Disfruten "Espantapajaro 13"
Hay días en que yo no soy más que una patada, únicamente una patada. ¿Pasa una motocicleta?¡Gol!... en la ventana de un quinto piso. ¿Se detiene una calva?... Allá va por el aire hasta ensartarse en algún pararrayos. ¿Un automóvil frena al llegar a una esquina? Instalado de una sola patada en alguna buhardilla.
¡Al traste con los frascos de las farmacias, con los artefactos de luz eléctrica, con los números de las puertas de calle!
Cuando comienzo a dar patadas, es inútil que quiera contenerme. Necesito derrumbar las cornisas, los mingitorios, los tranvías. Necesito entrar - ¡a patadas!- en los escaparates y sacar - ¡a patadas!- todos los maniquíes a la calle. No logro tranquilizarme, estar contento, hasta que no destruyo las obras de salubridad, los edificios públicos. Nada me satisface tanto como hacer estallar, de una patada, los gasómetros y los arcos voltaicos. Preferiría morir antes que renunciar a que los faroles describan una trayectoria de cohete y caigan, patas arriba, entre los brazos de los árboles.
A patadas con el cuerpo de bomberos, con las flores artificiales, con el bicarbonato. A patadas con los depósitos de agua, con las mujeres preñadas, con los tubos de ensayo.
Familias disueltas de una sola patada; cooperativas de consumo, fábricas de calzado; gente que no ha podido asegurarse, que ni siquiera tuvo tiempo de cambiarle el agua a las aceitunas... a los pececillos de color...
Oliverio Girondo
miércoles, 14 de febrero de 2007
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2 comentarios:
"Patada", "una patada"...es una re expresión tuya, mal!
Podrías haberla usado tranquilamente para escribir algo, pero bueno, Girondo, claramente un groso.
beso*
Estode que "Micaela" ande firmando todos los blogs menos el mío no me cabe ni medio...
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