viernes, 15 de septiembre de 2006

CICLOTIMIA II

Ultimamente mis multiples personalidades están en conflicto. Hoy, por ejemplo, todavía están discutiendo. El agresivo le dejó un ojo morado a cada uno y rompió e hizo volar por los aires alguna que otra cosa; al bueno, obviamente, lo echaron a patadas ni bien quiso participar, dicen que todo es culpa de él; el llorón casi no puede articular palabra, se le llena la boca de lágrimas; el borracho hipa, putea contra las mujeres y dice que se dejen de joder con ese tema, cada tanto abraza al llorón; el rockero se cansó y puso Led Zeppelin, Jimi Hendrix y algún que otro blues al máximo volumen mientras sacudía la cabeza, todos se quejaron; el machito porteño quiere cambiar la música, dice que necesita escuchar al Polaco, el borracho lo aplaude; al positivo lo escucharon un rato y después se aburrieron, el negativo lo mandó a cagar; el snob, el estudioso y el trabajador se unieron e intentan convencer a todos de que hay cosas más importantes que hacer; el irónico dice que Ella va a volver; el lector lee Sartre en una esquina, cerca está de la nausea; el hipocondríaco aduce que así no puede seguir porque se va a morir de úlcera en el estómago, bronquitis aguda y cagadera, todo junto; el escritor se perdió en un cuaderno, ya no le interesa discutir; el adicto al chat acaparó la computadora y dos por tres lo llama al violento para que lea las pelotudeces que le dicen; el depresivo a menudo levanta la cabeza para proponer un suicidio masivo, los otros lo tratan de loco; el loco se ofende, propone hacer un puzzle de 5.000 piezas que seguro los mantiene distraídos; al nene le gustó la idea del puzzle, pero prefiere ir a ver la tele; el revolucionario pretende inducirlos a escribir un manifiesto contra el amor que sea la base para la revolución, "Amor libre, nada de pertenencia, abajo el dominio" es el slogan; el adolescente sugiere irnos todos de fiesta; el sexopata no apareció, dicen que debe andar buscando donde poner la mente pero que seguro no se le para - fue la única risa del día-; el amiguero no para de llamar a todos los amigos por teléfono; el fumador fuma y fuma, va por el pucho cuarenta, cada tanto sugiere ir a buscar alguna otra cosa para fumar; el religioso también desapareció, lo putean entre todos, cuando se lo necesita nunca está; el psicólogo no llegó a decir más que "es un claro trauma..." que ya todos le estaban pegando, el violento se reía.

Mientras tanto yo, el enamorado, miro desde un rincón de la habitación; triste.

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