"Extrañamiento: sentimiento de ruptura experimentado por el sujeto amoroso, en el que el ser amado (o la Imagen de este) pasa a ser absolutamente desconocida e incognoscible -inentendible-"
1. X… me dice (me grita): "ya no te conozco, no sé quién sos". Caigo en la cuenta de que, como yo a él, X… me es igualmente ajeno. Yo, sujeto amoroso, no me encuentro porque ya no encuentro al ser amado; la Imagen -su imagen- se deforma en una nebulosa que lo convierte en un Otro (y ya no parte de mí) que no entiendo. Siento que desconozco a X…; el derecho a explorarlo, a ser el único en hacerlo, ya no me pertenece; su Imagen no me corresponde; no me pertenece. Es un Otro y soy otro: ser amado in absentia, extrañamiento puro.
2. Cuando X… me niega su amor, anula - me prohíbe en la ausencia- mi amor. La dualidad – la estructura - se quiebra; no se permite la existencia de la parte sin el todo, es el alejamiento: extrañamiento de los sentimientos.
Me entrego a la desesperación del movimiento, pues todo amor pretende la inmutabilidad, el éter; como sujeto amoroso no puedo concebir mi amor sin su respuesta: yo digo a X… que lo amo, X… no contesta - ¿Implicatura?-. Pero, puesto que aún soy sujeto amoroso, mi amor aún existe: debo gritar enfurecido “¡AMO!”. El grito me desborda, me ahoga: no es mi amor el que ha cambiado, es la Imagen, su valor coercitivamente desplazado: los sentimientos de X… me son inaccesibles, incluso insospechables; desconozco al Otro: ¡la relación se ha modificado! Caigo entonces en la contradicción del cambio y me reformulo como sujeto: mi amor ya no puede ser: entonces, ODIO.
(Me veo obligado a recurrir al Odio pues es prescindible aquello que se detesta: no se le exigen respuestas. En la repelencia busco la distancia y, entonces, el Olvido.)
3. El extrañamiento se expande sobre el sujeto amoroso, cubre la Imagen alcanzando también el discurso amoroso. Los valores se desplazan. Vaciamiento de los apodos -pseudónimos-, ruptura de la convención interna, dualidad: el nombre se eleva como abstracción, la generalidad se impone al momento cotidiano; lo que parecía unido de manera natural se manifiesta como arbitrario: extrañamiento en el lenguaje. Aquello que se presentaba enlazado a través de una referencialidad directa y dada, el nombre -pseudo nombre-, queda despojado de su significado. El extrañamiento no es ya del ser amado sino de su apodo, ahora vacuo. Detrás del dibujo de las letras el sujeto amoroso no ve más que el vacío que con seguridad no podrá volver a llenar.
Lanza, B. y Acuña E.M.
lunes, 18 de diciembre de 2006
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5 comentarios:
Dos cosas fuera del paratexto: primera, Roland sos único; dos, esta es la publicación 101 de Cold Turkey, por problemas monetarios desgraciadamente no podemos financiar la fiesta.
La administración
Yo opino que es un excelente texto para sobrepasar la centena. También pienso que es un buen texto en general, quedó armadito y lindo (muy científico lo que acabo de decir). Buena la experiencia, nunca se me había ocurrido escribir algo con alguien y menos aún, completamente vía MSN. Muy conforme con el compañero y con el producto final.
Besos!
Excelente chicos, a mí me encantó! Felicitolos...
feliz navidad.
(echu: quiero mas cuentos)
ajajajaja
k lindoooo
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